El Concilio de Los Inspiradores

Tras el nacimiento de la vida en la Tierra, nacieron los espíritus de la Vida, cuya misión era mantener unida la fuerza que sostenía el mundo. Y con la llegada de la vida inteligente, aparecieron los Espíritus de la Inspiración, cuya razón de ser era inspirar a los primeros seres humanos para realizar grandes hazañas, a progresar, a salir del oscurantismo y la ignorancia.

Pero existían otros entes en el universo. Y algunos eran de naturaleza malvada; su único objetivo era sumir a los seres vivos en la decadencia, en el dolor… para que finalmente se mataran unos a otros, destruyéndose a si mismos y a sus propios planetas. Uno de estos seres hechos de puro mal era Tyranuth. Tras destruir y devorar varios mundos vivos, se fijó en el planeta Tierra y allá por el año 20.000 A.C. se instauró en la Tierra, sentado en su trono en la cumbre mas alta y subyugó al joven homo-sapiens provocando guerras, haciendo que unos hombres dominaran a otros creando tiranías y esclavitud… sumiendo a la humanidad en las tinieblas.

Y así fue durante largos siglos, hasta que los Espíritus de la Inspiración se unieron para enfrentar a Tyranuth y tras una larga contienda donde el mundo casi se parte en dos, Tyranuth fue expulsado de la Tierra hasta el otro confín de la galaxia.

Durante cientos de años, la humanidad volvió a salir de la oscuridad y fue progresando poco a poco, no sin errores claro, pero los Inspiradores seguían con la paciente labor de influir en los seres humanos para que fueran cada día mejores.

Lamentablemente, tras la batalla contra Tyranuth (llamada La Batalla de la Cumbre), los espíritus habían perdido mucho poder y cuando el gran Horror cósmico regresó sobre el siglo IV d.c., nada pudieron hacer, y se escondieron en las entrañas de la Tierra.

Durante la Segunda Edad Oscura (llamada Edad Media por los humanos) la humanidad involucionó al oscurantismo manejada por Tyranuth, que oculto bajo el océano, movía los hilos de sus sirvientes. Entre sus lacayos podemos encontrar a Torquemada, La Inquisición, los reyes de Inglaterra…

Pero hacia el siglo XVI, los Inspiradores salieron de su escondite para formar El Ejército de la Razón, formado por personajes que tratarían de contrarrestar a los lacayos de Tyranuth. Fue una guerra secreta de La Razón contra El Oscurantismo y a fines del siglo XIX, El Concilio de los Inspiradores logró expulsar de nuevo a Tyranuth.

Actualmente, tanto el Concilio como Tyranuth ya no pueden enfrentarse directamente. Así que Tyranuth, antes de irse, convocó a otro espíritu del Mal: Atontación Suma. Para que vaya ganando adeptos en su ausencia que preparen la llegada y Victoria Final de Tyranuth. El Concilio se reunió de nuevo y eligió a sus campeones para que derroten a Atontación Suma antes de que consiga lo que se propone.

Así que un buen día, tres héroes de Zaragotham estaban cada uno en su casa dedicándose a sus cosas (hablando por el messenger, una pajilla o durmiendo la siesta…). En un abrir y cerrar de ojos, fueron teletransportados al Concilio El Hombre Inadvertido, Superneuras y el Capitán Contundente.

Recibieron la misión de unirse para combatir la ignorancia, el horterismo, la mala educación, el mal gusto, el aborregamiento, la pasividad y la injusticia en general. Y destruir a Atontación Suma. Los héroes accedieron a tan honrosa empresa y formaron LA LIGA MARAVILLA.