
Llegada de Superneuras a los juzgados
Las triquiñuelas del misterioso abogado de la Liga Maravilla, un tal Gabriel Owsky, el abogado sordo, habían permitido que los héroes conservaran sus máscaras y su identidad secreta pese a haber sido fichados por ya por la Civil Guard.
En los bancos, eran mayoría de periodistas los que asistían; entre ellos, Luisa, la identidad secreta de Ala Defensiva, tomando buena nota.

Llegó el honorable juez Eduardo Fernandez de Zuazo Martinez de Retama, un tipo entrado en años, sombrío, calvo y escuálido con cara de no haber follado en decenios. Gabriel Owsky se sentó a la derecha del banco de los acusados, donde permanecía La Liga Maravilla, cuyos poderes eran anulados por los collares-anuladores-de-poderes, un ingenio mecánico que les rodeaba el cuello. Owsky llevaba una gabardina en cuya espalda sobresalían unos extraños bultos.
Empieza la sesión. El fiscal del estado hace su alegato inicial:

- Esta mañana vamos a hacer cumplir la ley. Los acusados no son superhéroes, no son héroes, sólo son vigilantes criminales cuyas actividades están penadas por la actual ley europea en vigor. Pero incluso antes de que el acta 9-11 conocida como acta Bacardi entrara vigor, estos personajes ya eran requeridos por la justicia por destrucción del patrimonio público y otros actos de vandalismo.
- ¡Protesto señoría! –gritó Owsky
- ¿Cuál es la causa?
- Infamias, todo son infamias sin demostrar.
- Se rechaza la protesta. Continue el ministerio fiscal.
El fiscal prosiguió.
- Por una cuestión de método, pasaré a enumerar los artículos del acta 9-11 aprobada por la comisión europea y que actua sobre el código penal de Iberia en sus artículos 848469 al 921343433 con relación a…
- ¡Protesto señoría! ¡Infamias, todo infamias!
- Señor Owsky… -dijo el Juez- ¿acaso ha oido lo que ha dicho el fiscal?
- Pues no, señoría, soy sordo como una tapia. Pero por si colaba…

Mientras la Liga se tapaba los ojos y movía la cabeza expresando desesperación, el fiscal continuó hablando mientras Owsky miraba las manchas del techo, sin empaparse de nada.
Terminado el alegato del fiscal, Owsky se levantó y habló al jurado.
-Señores y señoras del jurado: La Liga Maravilla ha salvado la ciudad de Zaragotham en cientos de ocasiones. La mayoría de las veces los habitantes de la ciudad ni siquiera se han enterado de lo cerca que estuvieron de la perdición. Evitaron que Atontación Suma, enviada de las fuerzas del Mal interdimensionales, convirtiera a toda Europa en gilipollas babeantes. Detuvieron los malévolos planes del Párroco, las pretensiones del Doctor Britania de dominar Zaragotham, las insidias de SuperVisor, el poder celestial de Uzziel, las invasiones alienígenas de La Boina y de la raza de los ultracuerpos. También detuvieron el derramamiento de sangre que provocaron los Superpatriotas, los raptos y violaciones del Gañán…
-¡protesto! –gritó el fiscal- Todo es indemostrable, y el Gañán fue, como todos sabemos, vencido por el único héroe de Zaragotham: el ganador.
-Se acepta la protesta. Cambie de tema, Owsky –rebuznó el juez.
El Capitán Contundente se levantó y dio un puñetazo en la mesa.

-¡Esto es indignante! ¡Esto es una parodia de la justicia!
-¡Sientese, rojo de mierda! –gritó el juez- u ordenaré que se lo lleven.
Mientras Superneuras y el Hombre Inadvertido cogian al capi para sentarlo de nuevo, Owsky continuó hablando.
-Esta acta Bacardi de marras condena a todo aquel que realice actividades de vigilantismo sin consentimiento ni supervisión gubernamental, así que… bueno… desde la entrada en vigor de la ley, la Liga Maravilla no ha ejercido ninguna actividad superheroica, luego no pueden ser juzgados.
-¿Quiere llamar la acusación a su primer testigo?
-Si señor, juez –respondió el fiscal- llamó a ¡La Capitana Étika!
Todos se quedaron boquiabiertos cuando entró la Capitana Etika por la puerta. La Liga alucinó en colores, pero no mas que Ala Defensiva. Una de las mas conocidas aliadas de La Liga testificaría en su contra.
-¿por qué haces esto, Capitana? –gritó Superneuras.
EHI no dijo nada, sólo la miro con mirada penetrante e hizo el gesto del padrino.
-¿Jura decir la verdad y nada mas que la verdad, Capitana?
-Si. Yo no puedo mentir.
- ¿Es cierto que un mes después de la entrada en vigor del acta Bacardi, La Liga Maravilla la rescató de una celda en el Big Ben del Doctor Britania?
La Capitana calló unos instantes, luchó contra si misma… hasta que habló al fin.
-Si, es cierto. Lucharon contra terribles peligros por salvarme.
-Muchas gracias, Capitana –dijo el juez- ¿la defensa quiere preguntar algo a la testigo?
Owsky, sordo como una tapia, no se enteraba de nada, mirando las musarañas y soltando eructos.
-entonces eso es todo capitana –prosiguió el juez.
-¡Pero quiero decir que esto es una injusticia! –gritó la Capitana Étika- ¡Salvaron la ciudad! ¡Estos hombres…!
-¡Silencio Capitana! Ha terminado. Deje el estrado.

Un gran revuelo inundó la sala. La Liga Maravilla se puso hablar por lo bajinis. Owsky les miró:
- Eh, capullos, que decís, que no me entero.
- Joder Gabri –dijo Neuras- con esto de que en tu identidad secreta seas sordo vamos de puto culo.
- ¿Qué?
- Que mierda para los sordos –dijo EHI.
- ¿entonces estamos de acuerdo? –dijo Neuras al Capi.
- Lo estamos. ¿Quién lo dice?
- Dilo tu –dijo EHI- se te dan mejor los discursito y mitines.
El juez le dio al mazo y ordenó proseguir la vista. El Capitan Contundente se levantó y habló al juez.
-¡No reconocemos este tribunal! ¡Se nos está juzgando por una ley injusta y criminal! ¡Si! La Liga Maravilla hemos luchado contra villanos después de la aprobación de la maldita acta. Lo hicimos antes y lo hicimos después. Y lo seguiremos haciendo porque nos pasamos el acta por el forro. ¡Y llamamos a todos los héroes que están escondidos o dubitativos a que se rebelen contra la ley! ¡Culpables, somos culpables de salvar el mundo!
El juez le dio al martillo varias veces, la gente se levantaba de sus asientos, unos abucheando a La Liga y otros aplaudiendo.
La Civil Guard llegó para llevarse a la Liga, pero cuando llegaron a su altura se pusieron a dar patadas y puñetazos como locos. Sin poderes, los guardias los redujeron en pocos minutos.
-¡Se declara a los acusados culpables! ¡Y les condeno a veinte años de prisión en la prisión para metahumanos de La Mazmorra! ¡Se levanta la sesión!
Mientras se llevaban a rastras a La Liga Maravilla, los periodistas corrían a dar informaciones y el juez sonreía malévolamente mientras se iba por una puerta.
Las puertas del pabellón C de La Mazmorra se abrieron y tres reclusos vestidos de gris con collares-anuladores-de-poderes eran conducidos por dos guardias a sus futuras celdas. Los villanos que llenaban las celdas se agitaron y empezaron a reir y a lanzar amenazas.
-¡Inadvertido, te voy a poner el culo como la bandera de Japón!
-¡Contundente! ¡Te vamos a romper los dientes para que no muerdas al chuparla!
-¡Neuras! ¡Voy a hacer jamones contigo!
Los tres miraron hacia arriba, hacia las celdas. Superneuras fue el primero en hablar.
- Decidme por favor que no soy el único que se está cagando por la pata abajo.
- No lo eres –respondió el Capi.
- ¿Habeis pensado que pasará si se os cae la pastilla de jabón delante del Gañán? –dijo EHI.
- Hijo puta, callateeeeeee
En una azotea solitaria, Ala Defensiva miraba hacia lo lejos, hacia La Mazmorra. Una figura alada aterrizó a su lado: El Arcángel Gabriel.
- ¿Preocupada?
- Tenemos que hacer algo –dijo ella- esta injusticia no tiene nombre.
- Si, ademas les van a borrar el cerito en menos que canta un gallo.
- ¿Qué podemos hacer?
- Tranquila, morena. He estado hablando con alguna gente y hay muchos que no van a dejar que La Liga se pudra en La Mazmorra.
- ¿hablas de…?
- Si. De un rescate.
(CONTINUARÁ)